Una gota en el cuello cada mañana logrará, como por arte de magia, hacer que aumente el ánimo y la confianza para superar todos los pequeños contratiempos del día a día. Su aroma refuerza la autoconfianza, facilita la expresión verbal y hace que uno se sienta capaz de alcanzar todos los objetivos. Ayuda a superar los miedos y los bloqueos y es una valiosa ayuda extra para lograr el éxito. ¿Cómo consigue todo eso el aceite esencial de laurel? Cuando respiramos un olor, este llega directamente al rinencéfalo, la sede de las emociones y las pulsiones instintivas en el cerebro. Por eso la aromaterapia recurre a los olores que proporcionan los aceites esenciales. Pero su botecito de AE de laurel le servirá para mucho más. Aquí tiene tres usos que también le serán de gran ayuda para las afecciones más comunes:
Dolores dentales. Aplique el aceite esencial puro sobre el diente dolorido y la encía que lo rodea con ayuda de un bastoncillo. Hágalo de tres a cinco veces al día. De este modo podrá aguantar perfectamente hasta que le vea el dentista, si fuera necesario.
Hinchazón y flatulencias. El laurel combate los desequilibrios de la flora intestinal. Hay que mezclar dos gotas con una cucharada de miel y tomar la mezcla tres veces al día, antes de las comidas.
Bronquitis, sinusitis, gripe y anginas. Deberá tomar dos gotas con una cucharada de miel tres veces al día antes de las comidas.
Por vía interna combate las infecciones víricas o bacterianas, las digestiones lentas y difíciles y las afecciones intestinales o urinarias. Por vía externa se usa para tratar la gingivitis, la periodontitis, el acné y el pelo graso, entre otros. Su difusión en el aire de una habitación cerrada sirve para mejorar la concentración, para aumentar la fuerza de voluntad y contra la falta de energía, entre otros usos.