El cuerpo, va a gritar lo que tĆŗ callas, si tĆŗ no expresas aquello que necesitas, el cuerpo lo harĆ” por ti.
Primero lo harĆ” con un leve susurro, serĆ” el sĆntoma, y si no le prestas atenciĆ³n a lo que el cuerpo te dice, gritarĆ” fuertemente, y lo harĆ” en forma de enfermedad. Si no queremos enfermar, tenemos que escuchar el mensaje del cuerpo. ĀæQuĆ© me estĆ” diciendo mi cuerpo? si me paro, y lo escucho, le dedico tiempo en descifrar ese mensaje, no enfermarĆ©.
La persona que enferma, sufre, en lo que su armonĆa se desequilibra. El sĆntoma es el que nos avisa de este desequilibrio, y ese sĆntoma, no hay que taparlo, al contrario, tenemos que prestarle toda la atenciĆ³n y convertirlo en nuestro aliado. Es importante saber lo que Ć©ste nos quiere comunicar y preguntarse ĀæQuĆ© es lo que este sĆntoma me estĆ” impidiendo hacer? En la respuesta estĆ” la sanaciĆ³n.
Nada de pastillas, ni comidas especiales (si es posible vivir para descodificarlo), son mis recomendaciones para lograrlo, Un proceso de Terapia para vivir mejor y ser felices que combinados con buenos hĆ”bitos de alimentaciĆ³n, ejercicio fĆsico y emociones conscientes nos permitirĆ”n vivir mĆ”s y mejores aƱos. Estas recomendaciones son mĆ”s baratas que los remedios, pero mĆ”s difĆciles de cumplir que cualquier tratamiento mĆ©dico. Sin embargo, vale la pena convertir en hĆ”bitos estas acciones. AsĆ que si no quieres enfermar.......te recomiendo Realizar Terapia de BIODESCODIFICACIĆN
Emociones y sentimientos que son escondidos, reprimidos, terminan en enfermedades como: gastritis, Ćŗlcera, dolores lumbares, dolor en la columna. Con el tiempo, la represiĆ³n de los sentimientos degenera hasta el cĆ”ncer. Entonces, vamos a sincerar, confidenciar, compartir nuestra intimidad, nuestros āsecretosā, Ā”nuestros errores!ā¦ El diĆ”logo, el hablar, la palabra, Ā”son un poderoso remedio y una excelente terapia!
TOME DECISIONES:
La persona indecisa permanece en la duda, en la ansiedad, en la angustia. La indecisiĆ³n acumula problemas, preocupaciones, agresiones. La historia humana estĆ” hecha de decisiones. Para decidir es preciso saber renunciar, saber perder ventajas y para ganar otras. Las personas indecisas son vĆctimas de dolencias nerviosas, gĆ”stricas y problemas de la piel.
BUSQUE SOLUCIONES:
Las personas negativas no consiguen soluciones y aumentan los problemas. Prefieren la lamentaciĆ³n, la murmuraciĆ³n, el pesimismo. Mejor es encender un fĆ³sforo que lamentar la oscuridad. Una abeja es pequeƱa, pero produce lo mĆ”s dulce que existe. Somos lo que pensamos. El pensamiento negativo genera energĆa negativa que se transforma en enfermedad.
NO VIVA DE LAS APARIENCIAS:
Quien esconde la realidad, finge, hace poses, quiere siempre dar la impresiĆ³n de estar bien, quiere mostrarse perfecto, bonachĆ³n, etcā¦ y estĆ” acumulando toneladas de pesoā¦ Una estatua de bronce con pies de barro. Nada peor para la salud que vivir de apariencias y fachadas. Son personas con mucho barniz y poca raĆz. Su destino es la farmacia, el hospital, el dolor.
ACĆPTATE:
El rechazo de sĆ mismo, la ausencia de autoestima, hace que nos volvamos ajenos a nosotros mismos. Ser uno mismo es el nĆŗcleo de una vida saludable. Quienes no se aceptan a sĆ mismos, son envidiosos, celosos, imitadores, competitivos, destructivos. Aceptarse, aceptar ser aceptado, aceptar las crĆticas, es sabidurĆa, buen sentido y terapia.
CONFĆA:
Quien no confĆa, no se comunica, no se abre, no se relaciona, no crea relaciones estables y profundas, no sabe hacer amistades verdaderas. Sin confianza, no hay relacionamiento. La desconfianza es falta de fe en sĆ, en los otros y en Dios.
NO VIVA SIEMPRE TRISTE:
El buen humor, la risa, el reposo, la alegrĆa, recuperan la salud y traen larga vida. La persona alegre tiene el don de alegrar el ambiente donde vive. āEl buen humor nos salva de las manos del doctorā. La alegrĆa es salud y terapia.
El arte de no enfermar, es a la vez tan sencillo y tan complicado. El arte de no enfermar pasa por sentir, aceptarse, confiar, tomar las riendas de tu vida, reĆr y ser feliz.
La soluciĆ³n a la enfermedad depende de las actitudes y responsabilidad del enfermo.
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