En esta ocasión, deseo acercarte a dos conceptos fascinantes que puede transformar la manera en que percibes tu potencial: la neurogénesis y la neuroplasticidad. Imagina por un momento que tu cerebro es una masa de arcilla en tus manos, lista para ser moldeada y transformada. Ahora, te pregunto: ¿qué escultura deseas crear con ella?
El premio Nobel Santiago Ramón y Cajal una vez dijo: "Todo ser humano, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro". Esta frase, más allá de tener una connotación metafórica, describe una realidad científica: la neuroplasticidad, la cual hace referencia a la gran maleabilidad que mantiene nuestro cerebro a lo largo de toda la vida. Es nuestra respuesta interna cuando decidimos aprender, crecer y desplegar todas nuestras capacidades sobre todo cuando nos enfrentamos a entornos nuevos, inciertos y complejos.
Dentro de las profundidades de nuestro cerebro, en el interior de unas cavidades llamadas ventrículos, se encuentran unas células muy especiales, las células madre. Estas tienen la capacidad de emigrar y transformarse en neuronas, enriqueciendo nuestra arquitectura cerebral. A este proceso, aunque forma parte de la neuroplasticidad, se le conoce específicamente como neurogénesis. Y aquí viene la parte más emocionante: cuando mantienes la ilusión, te enfrentas a tus miedos, sales de tu “zona de confort” y te abres a descubrir y aprender cosas nuevas, esas células madre, pluripotenciales, inician su mágico proceso de transformación en neuronas. Además, se forman nuevas conexiones, nuevas sinapsis entre las neuronas, proceso que también está integrado dentro del concepto amplio de neuroplasticidad.
Esta semana, te invito a vivir una experiencia completamente nueva, o a aprender algo que nunca antes hayas intentado. Ya sea un nuevo hobby, una nueva ruta para caminar, un libro diferente, o cualquier actividad que rompa tu rutina. Al hacerlo, estarás poniendo en marcha la neuroplasticidad en su conjunto, y la neurogénesis en particular. Así poco a poco irás reinventando tu cerebro para hacerlo más capaz.
Por esta razón intento que cada semana mis clases sean diferentes, que te desafíen, que ni tu cuerpo, ni tu cerebro se aburran. Nunca dejamos de crecer.
