De repente todo se vuelve tan simple que asusta.
Pierdo las necesidades, se reduce el equipaje.
Las opiniones de los demás, son realmente de los demás, incluso si son sobre mí, no importa..
Abandono las certezas porque ya no estoy segura de nada. Y no me hace falta.
Vivo de acuerdo a lo que siento.
Dejo de juzgar porque ya no hay ni bien ni mal, son vidas.
Finalmente entiendo que todo lo que importa es tener paz y tranquilidad, es vivir sin miedo, es hacer lo que alegra el corazón ese momento.
Y nada más
