De alguna manera, todos tenemos o hemos tenido algún problema de rodilla ya que es uno de los lugares en el que se manifiesta a el ego y la relación espiritual con nuestros padres y con la fuente de la vida.
La rodilla derecha es el padre y símbolo de autoridad, poderes no materiales.
La rodilla izquierda es la madre y las fuentes de poder materiales.
La parte de atrás de las rodillas, representa a los abuelos que son nuestros padres verdaderos.
Las Rodillas: “El Orgullo Y El Yo” Las rodillas son la segunda articulación de las piernas. Cargan el peso del cuerpo cuando estamos de pie y se necesitan para caminar, para subir y bajar escalones, para sentarse, para descender, etc. Las rodillas se relacionan con el orgullo, el sometimiento, la modestia y la humildad. Representan nuestra capacidad de ceder, de soltar, en nuestra relación con los otros. No querer doblegar las rodillas indica una actitud orgullosa e inflexible. Caer de rodillas es una llamada a la humildad, a que abandonemos la arrogancia o el orgullo respecto a alguna situación que estemos viviendo.
En "El maestro y las magas", Alejandro Jodorowsky explica que cada una de nuestras edades vive en nosotros. Si los huesos son seres, las articulaciones son puentes por donde hemos de atravesar el tiempo. Dice respecto a las rodillas: “Asalta esa fortaleza al parecer inexpugnable que son tus rodillas. Por delante presentan una coraza al mundo, pero detrás, en la intimidad, te ofrecen la sensualidad del adolescente. Las rodillas conquistan el mundo, te permiten ocupar como un rey tu territorio, son los caballos feroces de tu carro. Pero si no sigues subiendo, madurando, ahí te quedarás, encerrado en tu castillo”.
Las lesiones de menisco
Constituido por cartílago que hacen posible la articulación y rotación de la rodilla, se producen a causa del sobre-esfuerzo. Puede que con una excesiva actividad exterior, huyamos desmesuradamente de solucionar algún conflicto interior. Tras la operación de menisco, los afectados deben restringir el movimiento. A este proceso, sería conveniente que le siguiera una toma de conciencia de cuales son nuestros límites y de que manera los estamos trascendiendo, al tiempo que nos deberíamos preguntar de qué asunto íntimo estamos “queriendo escapar”. Los dolores en las rodillas son aliados que nos pueden ayudar a reflexionar sobre nuestra relación con la jerarquía: la dominación y el sometimiento con lo que nos rodea; sobre nuestra excesiva rigidez; e incluso nos puede invitar a dar un repaso autobiográfico de nuestra salida del mundo adolescente, por si algo que allí no se terminó de elaborar, sigue llamando nuestra atención a través de alarmas en la zona corporal que representa a esa edad, las rodillas. Si no dedicamos tiempo y energía a solucionar los problemas del “submundo” referidos a lo anterior, todo ese tiempo y energía se concentra en una hiperactividad fuera de nosotros, demasiado orgullosos e inflexibles para admitir que debemos transformarnos, y en esta huida desmesurada, se rompen los límites de nuestra capacidad física, dando problemas en los meniscos.
En lugar de vivir estos problemas de salud como algo negativo y sin sentido, sería mejor escucharlos como si de maestros se trataran. Seguro que traen un mensaje sanador para nosotros. Las rodillas y las emociones Cuando hablamos rodillas tenemos que saber que hablamos de esa capacidad que tenemos de inclinarnos o no, de ese orgulloso, de la obstinación de estar centrados en el "yo".
Con frecuencia nos da miedo inclinarnos y nos ponemos tiesos. Y eso vuelve rígidas las articulaciones. Queremos avanzar, pero sin cambiar nuestra manera de ser. Por eso las rodillas tardan tanto en curarse, porque está en juego nuestro yo, nuestro orgullo y nuestra autojustificación. La próxima vez que tenga algún problema con las rodillas, pregúntese de qué está justificándose, ante qué está negándose a inclinarse. Renuncie a su obstinación y aflójese. La vida es fluencia y movimiento, y para estar cómodos debemos ser flexibles y fluir con ella.
Un sauce se dobla y se mece y ondula con el viento, y está siempre lleno de gracia y en armonía con la vida.
Emociones que dañan a las rodillas: -Falta de humildad. -Rigidez mental. -Resistencia en avanzar. -Conflicto con la autoridad. -Arrogancia, obstinación y resistencia que hace que avancemos con sufrimiento. -Resistencia emocional al curso de los acontecimientos. -Conflicto irritación mental que nos impide aceptar las cosas. -Sometimiento a nuestro egoísmo.
Solución posible: Humildad. Aceptación. Entrega.
Las rodillas se relacionan con el orgullo, el sometimiento, la modestia y la humildad. Representan nuestra capacidad de ceder, de soltar, en nuestra relación con los otros.
No querer doblegar las rodillas indica una actitud orgullosa e inflexible. Caer de rodillas es una llamada a la humildad, a que abandonemos la arrogancia o el orgullo respecto a alguna situación que estemos viviendo.
Los bloqueos de las rodillas BLOQUEO FÍSICO: La definición que sigue abarca todo problema que pueda afectar la función natural de la rodilla y todo dolor en ella. BLOQUEO EMOCIONAL: Un dolor en la rodilla o un problema que perjudique una de sus funciones es señal de una falta de flexibilidad en la forma de enfocar el porvenir. Dicho dolor se manifiesta en la persona que es orgullosa o testaruda y que no quiere doblegarse ante las ideas o los consejos de los demás. Esta persona se ocasiona más perjuicio que beneficio con esta actitud inflexible porque se impide encontrar medios más fáciles para hacer frente a su futuro. BLOQUEO MENTAL: Este dolor te dice que dejes de creer que eres flexible. Recuerda que tu cuerpo siempre quiere advertirte de algo de lo que no eres consciente. No tienes por qué tener miedo de perder el control si aceptas las ideas nuevas de los demás y si permites enfocar tu porvenir o el de aquellos a quienes amas de otra manera. No tienes que seguir creyendo que doblegarte quiere decir arrodillarte ante los demás o ser una persona sumisa. Tu inflexibilidad puede provenir del miedo a ser como tus progenitores. Date cuenta de que eres un ser distinto a tus padres y que, aun cuando existan similitudes, tú puedes dirigir
Para conocer el bloqueo que te impide responder a una necesidad importante de tu SER, utiliza las preguntas sugeridas:
Para precisar mejor la causa de tu problema físico, hazte las siguientes preguntas: BLOQUEO FÍSICO: "¿Qué adjetivos pueden describir mejor lo que siento en mi cuerpo?". Tu respuesta representará lo que sientes ante la persona o la situación que ha desencadenado el mal. BLOQUEO EMOCIONAL: "¿Qué me impide realizar esta enfermedad?". Tus respuestas a esta pregunta representan al deseo o los deseos bloqueados. "¿A qué me obliga esta enfermedad?". Retoma esta respuesta (o respuestas) y agrega la palabra "no" al principio de cada uno de ellas. Estas frases representan tus deseos bloqueados. BLOQUEO ESPIRITUAL: "Si me permitiera estos deseos, ¿qué sería?" (Utiliza los deseos encontrados en la etapa anterior). La respuesta a esta pregunta corresponde a una necesidad profunda de tu ser, bloqueada por alguna carencia. BLOQUEO MENTAL: "Si en mi vida me permitiera ser.. (Repite la respuesta de la pregunta anterior), ¿qué podría sucederme de desagradable o de no aceptable?". La respuesta a esta pregunta corresponde a la creencia no benéfica que bloquea tus deseos y te impide realizar tu necesidad, creando así el problema físico. Cuando conoces la creencia no benéfica o la manera de pensar que te impide ser lo que quieres, lo primero que debes hacer para transformarte es permitirte haber tenido la necesidad de creerla, estableciendo contacto con el niño que habita en ti y que la creyó después de haber experimentado un sufrimiento. Después, pregúntate si todavía la necesitas realmente para ser feliz. Si la respuesta es afirmativa, ello es señal de que todavía te es útil. Tú eres quien gobierna tu vida, de modo que puedes seguir creyendo en ella, pero debes saber que, al actuar así, obtendrás los mismos resultados que han obtenido hasta ahora. No esperes ningún cambio. Si estás convencido de que esta creencia todavía es cierta pero que el hecho de creerla no te hace feliz, verifica en tu interior si estás tan convencido de tus respuestas.